viernes, 28 de noviembre de 2008

TORRENT COSMOPOLITA




Me gusta el invierno y la afabilidad que despierta en la gente, pero sé que para muchos es la estación de ciertos sinsabores y vergüenzas. De no poder dormir en el banco del parque, donde el resto del año aquel señor de la ropa gastada tiene su única morada. De los niños burlándose en la escuela de los que llevan un abrigo comprado en el racionamiento de los años ochenta. El frío enfatiza las diferencias entre los que pueden cerrar la puerta y los que no tienen una casa con ventanas para entornar. Remarca el contraste entre aquellos que llevan una prenda de mangas largas y los que se ponen dos pulovers porque no tienen un abrigo. Todos pendientes del termómetro y de que no baje los diez grados, pues la indigencia habitacional y de vestuario no soportaría un solo copo de nieve.(Generación Y)

El mes de noviembre que otrora era mi preferido ("dulce noviembre"), como todo, con el tiempo pierde su encanto. En él vi por última vez al nunca olvidado Jose Maria Veguer. Después fui al encuentro de otra cultura, los islamistas que se reunían en los dominicos, son tiempos muy lejanos de civismo y encuentros interculturales en una ciudad cosmopolita.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Querido Ramón, esa foto ha de ser en color. Un color que con los meses se está virando a sepia o a blanco y negro envejecido, como mi querida ciudad TORRENT, que se destinta por momentos.