domingo, 9 de noviembre de 2008

EN ORIHUELA SU PUEBLO...





Muy de mañana, aún de noche,
antes de tocar diana,
como presagio funesto
cruzó el patio la sotana.
¡Más negro, más, que la noche
menos negro que su alma
el cura verdugo de Ocaña!
el cura marcha detrás,
ensuciando la mañana.
¡El cura verdugo de Ocaña!
¡más negro, más, que la noche
menos negro que su alma
el cura verdugo de Ocaña!

(Miguel Hernández.1940)




"No podemos aceptar a una concejala que hace declaraciones de apoyo al mismo régimen fascista que provocó la muerte de Miguel".

(La familia del poeta referidas a una concejala del PP .5-11-08)

3 comentarios:

Marc Sack dijo...

Para la libertad sangro, lucho, pervivo.
Para la libertad, mis ojos y mis manos,
como un árbol carnal, generoso y cautivo,
doy a los cirujanos.

Para la libertad, siento más corazones
que arenas en mi pecho dan espuma a mis venas;
y entro en los hospitales, y entro en los algodones,
como en las azucenas.

Porque donde unas cuencas vacías amanezcan,
ella pondrá dos piedras de futura mirada,
y hará que nuevos brazos y nuevas piernas crezcan
en la carne talada.

Retoñaran aladas de savia sin otoño,
reliquias de mi cuerpo que pierdo en cada herida;
porque soy como el árbol talado que retoño:
aún tengo la vida.

Què gran, i que fills de puta.

Anónimo dijo...

...y qué desgracia que haya tantos franquistas todavía en los ayuntamientos ...

SaltimbanquiClicClic dijo...

Nos os equivoqueis el problema persistirá mientras campen a sus anchas los tradicionales "drak quins" de alzacuellos blancos y los de mantos púrpura.