sábado, 29 de enero de 2011

MÉDICOS CON ÁNGEL



Un médico, en general, es un experto en alguna parte de tu cuerpo. Hasta aquí, todo normal. Lo que ya es más sorprendente es encontrarte con un médico que tiene ángel. Estos también tienen la carrera de medicina, llevan bata blanca y hacen mala letra, pero, a diferencia de los otros, se definen por cómo te hablan, como te miran y como te tocan.

Un médico con ángel es una persona que cura antes de comentar el tratamiento, es un doctor que escucha y se deja sorprender por tus preguntas. Cuando te habla lo hace imaginándose que él es el paciente y no da por sabido ni obviado nada de lo que te puede inquietar. No se cansa nunca de contestar los mismos interrogantes y siempre encuentra un momento para hablar de algo que no es el motivo de la visita. Los médicos con ángel no dicen mentiras, pero saben cómo potenciar las buenas verdades. Tienen un criterio exquisito a la hora de plantear los tratamientos y siempre encuentran una silla por algún rincón para sentar a todos los acompañantes. Si te tienen que hacer una exploración, se preocupan por si tienen las manos frías y si te tienen que leer un diagnóstico lo acompañan siempre con un dibujo o una metáfora cotidiana, para que todo el mundo lo entienda. Son médicos que recuerdan tu nombre de pila antes de mirar la ficha y no miran el reloj a pesar de trabajar a la Seguridad Social. Suelen saber no sólo los nombres de las enfermeras, sino también cuántos hijos tienen, si el marido está en paro o si han ido a Venecia de vacaciones. Incluso los hay que, si es necesario, dan su teléfono personal para cualquier cosa, sea para una duda o un consuelo. Yo, que soy paciente de larga duración, reconozco la diferencia sólo poniendo un pie en la consulta. Con pocos minutos sé si he encontrado un médico o un ángel. A todos les doy la enhorabuena. Y a mis ángeles también les mando un beso.

Tatiana Sisquella

14 comentarios:

Anónimo dijo...

Tú eres mi médico con ángel. Tú eres el mejor ángel. Ya lo sabes

Ramón Pacheco dijo...

Gracias

Anónimo dijo...

pues conociendote, lo de médico es discutible pero lo de Angel a lo mejor en otra vida lo consigues

Ramón Pacheco dijo...

Gracias también, y ya sabes a conocerme.

RUISEÑOR dijo...

Eres un medico con humanida y un buen consejero.
Hay que conocerte y no tocar de oido,y no como hace el aprendiz de diablo (anónimo de las 14.12)
Por lo demás soy egoista si prefiero verte y saludarte por la calle en vez de en la consulta?
Por que será?
Sencillisimo si voy a la consulta es señal de que me falla el motor.
Un saludo doctor.

Ramón Pacheco dijo...

Un abrazo pájaro.

Anónimo dijo...

estas fuera y aunque tu digas que no pasa nada yo me sentiría utilizado ya que en la lista no hay nadie de tu familia.

Anónimo dijo...

11:25. No arañes, que no hay nada que arañar. aunque te empeñes. El futuro no está escrito.

Ramón Pacheco dijo...

Compañero, tengo suerte, mi familia está bien, en la actualidad gozan de buena salud (pero como imagino sabes, "ya se les pasará"). Tienen la fea costumbre de comer todos los días lo que me obliga a procurarles los alimentos necesarios.Y aunque hablamos a menudo desconozco su disposición a implicarse en política.
Sólo tengo agradecimiento por lo que el gran partido socialista me ha dejado desarrollar estos años. Siempre estaré en deuda con él. Un abrazo.

Anónimo dijo...

que cachondo eres.

Anónimo dijo...

muchos de la lista están vinculado(familia) con los anteriores concejales del peso. Demuéstrame que no.

Ramón Pacheco dijo...

Te garantizo que en el partido socialista de Torrent no hay "derecho sucesorio", si fuera así seríamos monárquicos y somos muchos los que creemos que los genes no nos deben restar posibilidades a ninguno.
Si te refieres a "sensibilidades", diferentes formas de ver las soluciones, discrepancias, te driré que sí, que las hay, y "benditas" sean, ello posibilita que algún paria como yo (que no "controlo" a nadie) pueda participar en política.

Anónimo dijo...

Este muchacho lo único que ha echo y va hacer es asegurar los puestos para su pandilla de amigos.Dejando fuera a los veteranos,y no siempre en política se puede aplicar este refrán renovarse o morir y si la experiencia es un grado. Y ahora me cuenta un cuento chino. un socialista.

Empar Díez dijo...

¡Un post tan precioso y que haya quien lo aproveche para atacar! Lamentable y penoso. Pero quien es más digno de pena (pienso) es quien ataca aunque no viene a cuento..."Pobre diablo ¡que pena me das!" como dice la bonita canción en la voz de Ricardo Cocciante.

En fin. Respecto al post, ya he dicho que me parece precioso y además HUMANO, muy humano. Yo tengo la suerte de poder afirmar que se lo que es tener un médico con ángel. Porque lo he tenido. Y eso es para mí como un talismán que no tiene precio. Sentirme valorada como persona (no como número)saberme escuchada, poder mantener un diálogo con el médico sobre lo que me preocupa de los síntomas que me han llevado a su consulta, salir de allí con la sensación de que estoy en las mejores manos...¡Eso con dinero no se compra! Por eso y porque no todos los facultativos son médicos con ángel,me siento afortunada porque yo he conocido a más de uno.