jueves, 6 de marzo de 2008

LOS TREPA



Espero que todos coincidamos en que existen otras iglesias católicas pero no están en esta. Somos muchos los agnósticos españoles que nos hemos formado en su seno y a su abrigo, por excelentes sacerdotes y seglares que nos indujeron un pensamiento crítico.
Creo que Felipe Gonzalez sentó las bases de este país que disfrutamos y creó la estructura de bienestar que nos soporta. Considero que la universalización de la asistencia sanitaria fue un paso decisivo para ser considerados hoy un ejemplo a seguir en el mundo, recuerdo ahora que mi hija mayor nació en una clínica privada, porque yo no tenía derecho a utilizar la pública, porque trabajaba de “negro”, no estaba dado de alta. Me alegró la reforma de la Atención Primaria que siempre había defendido, me daba vergüenza ver a cien en hora y media, por los pacientes y por mi mismo. Veía que las cosas basadas en el sentido común y que favorecían a los más necesitados se conseguían sin más esfuerzo.
No me gusta la escuela Zaplanini de hacer política, representan todo lo que detesto: La política basada en el APARENTAR SIN HACER, la política del glamour, de los amiguetes, del dinero, de los grandes eventos sufragados por el erario público, la externalización de la gestión y la privatización de la educación, LA SANIDAD, los servicios sociales….Lo llevaba escrito en la cara, el cartagenero (y mira que tengo buenos amigos en Cartagena) venía a lo que venía, y lo que es peor, a crear escuela.
Yo no tengo ninguna aspiración política que no vaya unida a un proyecto que sirva para hacernos a todos más iguales. Los que me conocen saben que disfruto en mi consulta, que no la dejaría por nada del mundo. Además conozco muy bien mis limitaciones y ya he alcanzado con creces mi máximo nivel de incompetencia.
A qué viene todo este ladrillo!!! (¿Verdad amigo?) , pues viene a cuenta de todos los trepas que en estos años me han pasado por ambos lados, eran gente que venían a servirse de la política, de la administración sanitaria, que todos ellos huían de algo y querían hacer carrera buscando atajos y menospreciando a los que le habían ayudado a alcanzar su meta. Nunca me gustaron y hasta ahora, cuando al caer la tarde me siento a la puerta de mi casa, he visto pasar "sus entierros".

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