martes, 7 de octubre de 2008

EL ARZOBISPADO DE VALENCIA


La alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, se encargó de glosar los méritos de los galardonados, buscando el equilibrio entre todos ellos. De García-Gasco destacó su papel en la organización del V Encuentro Mundial de las Familias y la visita del Papa Benedicto XVI y La Luz de las Imágenes, en la rehabilitación de patrimonio y en la potenciación de las tradiciones y la Universidad Católica (medalla de oro de la ciudad de Valencia)

Todos sabemos que el enriquecimiento excesivo es un pecado.
Todos sabemos que nuestro arzobispo es un santo varón, ahora bien:
1.-Feligrés dona unos terrenos al arzobispado con la condición de que sirvan para la construcción de una iglesia.
2.- El arzobispado acepta la donación, acepta incluso que esté dedicada al muy milagroso San Jerónimo Hermosilla.
3.- El feligrés muere muy santamente
4.- La iglesia lo subasta para que se construyan unos santos pisos
5.- La iglesia se embolsa unas plusvalías de 1,5 millones de euros terriblemente santificados.
6.- El arzobispado dice que ya construirán la iglesia esa en otro sitio, que como Dios está en todas partes es tontería perder la pasta.

visto en Neto Ratón


El arzobispo de Valencia, Agustín García-Gasco y Vicente ha llamado a la “legitima resistencia” contra un Estado que “invade los ámbitos soberanos de la familia”. Además, el polémico prelado también exige “fidelidad” extrema a la Iglesia para “no dejarnos llevar por los proyectos ideológicos que pretenden dividir a la escuela católica y manipular la educación”.

Desconozco qué urnas han legitimado a este "santo varón" para ir contra el Estado democrático. Porque en este país; soberanos los brandys, fieles los muertos y puros...los habanos.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Y los jerarcas de la iglesia católica extreman sus mensajes porque saben que (hoy además viene en el periódico) están perdiendo influencia. Lo que coincide desde que andan metidos en política con sus contínuas y tremendas contradicciones.

Anónimo dijo...

Digo yo, vaya, sólo digo a modo de apunte, que sin entrar en el fondo de la crítica que haces, no estaría mal que antes te aprendieras el nombre del cardenal-arzobispo de Valencia. No se llama Antonio, sino Agustín. No quedaría bonito, por ejemplo, que para criticarte te llamara Limón o Camión en lugar de Ramón, igual que tampoco sería fino que tú me llamaras Antónimo o Sinónimo en lugar de Anónimo.

Ramón Pacheco dijo...

Gracias.