Me he levantado con una crisis existencial, Zapatero me odia, me odia por valenciano, me odia porque sí, cuando se cruza con un extremeño le besa en los morros y le hace arrumacos, cuando se cruza con un valenciano le escupe, es un odio profundo y malévolo que ha llevado a nuestro amado presidente (Camps) a abrir un hospital privado en Alzira, porque ¡basta ya! de silencio, el mayor defensor de la sanidad pública es nuestro presidente ausente (Paco Camps), pero los poderes paranormales de Zapatero le obligaron a darle 500 millones de euros de las arcas de la sanidad pública a empresas privadas para hacer resonancias. Es un sinvivir la de este gran cristiano y ausente de Torrent, él nos baja los impuestos pero el innombrable no le quiere dar euros para pagar los coches y las regatas y los palau que se inundan, y este casto varón se ha cansado y nos va a contar la verdad: "Zapatero queridos niños es un lucifer que ha impedido que en esta comunidad nuestros abuelitos hayan podido ser atendidos porque ha obligado al santo de Camps a dedicar el dinero que le mandaba a carreras de coches y regatas y recordad que si no os portáis bien y votáis al PP vendrá el hombre del saco y os llevará al infierno de Zapatero".
Y colorín colorado, quedamos a la espera del príncipe para que nos saque de nuestra condición de sapo.
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