DE LA VACACIÓN Y LOS DESMANES QUE EL INGENIOSO SE ENCONTRÓ A SU VUELTA

Grandemente me ha reconfortado la holganza amigo Sancho, años ha que no salía de la Ínsula, una mirada al mundo me ha congraciado con mis hermanos los “otros” y me ha reafirmado en mi prurito hacía los localismos excluyentes.
Me consta que me has echado a faltar, pero heme de vuelta y asombrado; que me cuentan entregaste las llaves de las posadas a escondidas y con agostosidad, que los agraciados creían los iban a detener por apropiación indebida, Sancho que lo de las viviendas es un logro de todos los insulares y no debes sentirte ofendido ni ocultarlo.
También me cuentan que con agostosidad y con morosidad inaugurasteis el consultorio del Vedat me imagino dejaste claro el gran logro que para los ciudadanos de la Ínsula supuso realizar la obra, con las trabas puestas por los inaugurantes, que muchos se llevaban las manos a la cabeza cuando tanto figurante veían. Espero que la Valencia superior haya satisfecho la deuda que tiene con los vecinos.
Observo a propósito que la vergüenza (política) no ha sido una virtud que el Supremo Hacedor haya tenido a bien otorgarte, confío que la experiencia y los años subsanen semejante carencia.
Enseñote el licenciado Saavedra a conjugar la primera persona del singular; yo, mi, me, conmigo y olvidose del plural; nosotros, que de bien nacidos es ser complaciente y agradecido, y no despreciar a la mano que te colocó en el lugar.
Por último remedando a un insigne antepasado de los tuyos, inauguraste, no un pantano, sino un contenedor (tiempos nuevos, venidos a menos) de basura, recuerdo tus diatribas hacia tu predecesor por las fotos vacías.
Nada que como dice tu compinche Fabra (el de Castellón) que no puedo dejarte solo. Por cierto, que 100 días han pasado y del programa ni miajita; páramo yermo. A ver si eres como tu otro compinche el Rus que les prometió la playa y los tontos lo votaron ( tú las 5.000).
No te lo tomes a mal que sólo pretendo tu excelencia, que tus enemigos te acechan desde dentro y desde fuera, ¡quiera el cielo que triunfes en todas tus empresas!, para el bien de todos nosotros, que nuestro destino está en tus manos.