LA CENA DE LOS SENTIMIENTOS

Anoche asistimos a la cena fin de cuatrienio, como bien dijo Bresó; 25 personas que han trabajado por una ciudad de casi 80.000 habitantes durante este tiempo, en un ambiente de camaradería ejemplarizante.
Allí estábamos las personas desnudas, cada una con sus fantasmas, en el ala de los ganadores de las últimas elecciones se adivinaban rictus de responsabilidad y “acongojo” con la tarea a desarrollar (ellos mejor que nadie saben a lo que se enfrentan). Entre los perdedores en general “mal cuerpo”. Los que no van a estar en el próximo consistorio parecían los más relajados.
Cada uno de nosotros habló, y vertió sobre la mesa un cúmulo de sentimientos emocionados y emocionantes, sentados alrededor de la mesa había un gran capital humano, un montón de gente buena que un día decidió servir a los demás y transformar una ciudad de la mejor manera posible. Vaya desde aquí mi reconocimiento y agradecimiento para todos, he aprendido mucho.
En la vida el trabajo duro muchas veces no se ve recompensado con los resultados esperados pero ello no debe hacer que desistamos de la tarea diaria. La valía de las personas está estrechamente relacionada con las veces que se ha levantado tras un fracaso.

Dicen que el hombre es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra, la mia está gastada de tanto tropezar (letra de una canción).
“La vida es un sueño; es el despertar lo que nos mata” Virginia Wolf.