A un amigo diabético lo citaron en ayunas en el hospital a las 8,30 para realizarle un prueba. Se presentó a las 8, para no hacer esperar, y tras colocarle varios cables y desinfectarlo, lo aparcaron en una camilla, estaba él dispuesto a soportar cualquier cosa. Tras dos horas en aquella situación, escuchó como a sus pies departían los sanitarios ociosos de turno:
.-Pues el de ayer casi se asfixia.
.-Eso no es nada, tenías que haber visto cuando lo hacíamos sin anestesia.
.-Y todo para remover lo que tenga y hacerlo sufrir.
Estos impresentables diálogos no son excepcionales en centros sanitarios y los realizan habitualmente analfabetos que no saben que el paciente en esa situación no deja perderse ni una palabra.
Mi amigo como es lógico se descableó, educamente preguntó por el galeno tardón, nadie supo responderle, en información presentó su reclamación y acudió a mi consulta a tranquilizarse y para que trazásemos otro plan diagnóstico.
El Sistema sanitario funciona en gran medida por lo que yo llamo los conseguidores; son profesionales que aportan un plus en su trabajo diario, son aquellos que adelantan una cita por la situación del enfermo, fácilmente abordables, nada les es ajeno y siempre salen tarde ya del hospital o del centro de salud, durante años ellos han paliado las deficiencias del sistema con una dedicación más allá de lo exigible. Antes eran legión, ahora son menos y están muy cansados.
El profesional emergente recurre a los manidas frases “esto es lo que hay” y “eso no me toca”, otro contingente son los miles de médicos jóvenes que se buscan la vida en los países de nuestro entorno donde se los rifan por su dedicación, competencia y formación (que hemos pagado todos).
“A los políticos de antes les bastaba con saber adular a los reyes; los de ahora tienen que aprender a fascinar, entretener, camelar e ilusionar a los votantes” George Bernard Shaw, Guia del revolucionario, 1903.
.-Pues el de ayer casi se asfixia.
.-Eso no es nada, tenías que haber visto cuando lo hacíamos sin anestesia.
.-Y todo para remover lo que tenga y hacerlo sufrir.
Estos impresentables diálogos no son excepcionales en centros sanitarios y los realizan habitualmente analfabetos que no saben que el paciente en esa situación no deja perderse ni una palabra.
Mi amigo como es lógico se descableó, educamente preguntó por el galeno tardón, nadie supo responderle, en información presentó su reclamación y acudió a mi consulta a tranquilizarse y para que trazásemos otro plan diagnóstico.
El Sistema sanitario funciona en gran medida por lo que yo llamo los conseguidores; son profesionales que aportan un plus en su trabajo diario, son aquellos que adelantan una cita por la situación del enfermo, fácilmente abordables, nada les es ajeno y siempre salen tarde ya del hospital o del centro de salud, durante años ellos han paliado las deficiencias del sistema con una dedicación más allá de lo exigible. Antes eran legión, ahora son menos y están muy cansados.
El profesional emergente recurre a los manidas frases “esto es lo que hay” y “eso no me toca”, otro contingente son los miles de médicos jóvenes que se buscan la vida en los países de nuestro entorno donde se los rifan por su dedicación, competencia y formación (que hemos pagado todos).
“A los políticos de antes les bastaba con saber adular a los reyes; los de ahora tienen que aprender a fascinar, entretener, camelar e ilusionar a los votantes” George Bernard Shaw, Guia del revolucionario, 1903.
1 comentario:
GRACIAS A ESOS PROFESIONALES DE LA MEDICINA. YO COMO PACIENTE AGRADEZCO SU ESFUERZO. Y QUE LUEGO DIGAN QUE NO HAY NADIE IMPRESCINDIBLE......COÑ......... SI NO FUERA POR ALGU@S........................
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