Espero que al recibo de esta te encuentres bien, por las fotos veo que sigues en forma pero más pálido. Quién te iba a decir a tí que aquellos que se escandalizaban de tu azarosa vida por las alcobas de la villa Valenciana y que en sotoboche y embozados hacían escarnio de tu persona, por tu buena predisposición para el negocio y tu nunca oculto deseo de forrarte, se encontrarían en el trance indigno en el que hoy se hallan.
Pero qué gallardía Eduardo, en tus declaraciones pareces "El niño de Cartagena", qué pase de pecho y qué puya en lo alto, donde más les duele, en la condición que llevan usurpando y mancillando una década, en su valencianía mercenaria y corrupta. ¡Qué grande Eduardo!.
Hasta más ver y que la Magdalena te guie.
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