En Colombia, es raro morir de enfermedad.
.-¿Cómo quiere el cadaver, su merced?
El matador recibe la mitad a cuenta. Carga la pistola y se persigna. Pide a Dios que lo ayude en su trabajo.
Después, si no le falla la punteria, cobra la otra mitad. Y en la iglesia, de rodillas, agradece el favor divino.
Eduardo Galeano. "El libro de los abrazos".
Pd. El muerto era ateo, mala suerte, "ellos" eran más.
¿Será ateo Dios? se pregunta el autor en otro pasaje.
domingo, 3 de abril de 2011
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2 comentarios:
El curita es como el sicario, después se va a la iglesia y le da gracias a su dios y se golpea el pecho tentándose la cartera.
Sabes yo le golpearia en otro sitio que a lo mejor le gusta más.
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