Me preocupó enterarme de que en el último pleno había policías nacionales de paisano entre el público. Además de ilegal traduce una realidad torrentina que a nadie le puede gustar, la sensación de inseguridad de desconfianza que traducen nuestros responsables municipales es muy preocupante. Todo empezó con los escoltas, ahora ilegales (no han comunicado a instancias superiores los cambios acaecidos, como es preceptivo), si al principio era divertido pasearse con la Alcaldesa, con el paso del tiempo comenzó a resultar molesto y la mayoría han abandonado el servicio por uno u otro motivo
Pero peor fue cuando me enteré de que en algunos despachos principales de nuestro consistorio se practican encerronas a ciudadanos que legítimamente defienden una postura no grata para nuestros mandatarios, y se les amenaza como un "Corleone" cualquiera con aquello de "sé donde vives y a qué te dedicas".
Manipuladores de la libertad, postuladores de la omertá, en estos momentos son esenciales en esta ciudad foros como este, si no existieran habría que inventarlos. ¡Compañeros! que no se calle nadie, el silencio sólo favorece al manipulador.
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