lunes, 11 de enero de 2010

EL CEMENTERIO PARROQUIAL



Intentamos todos darles a nuestros seres queridos la inmortalidad que nuestra condición nos niega. Queremos dotar al polvo, a las cenizas, a los restos de nuestros amados antepasados de la corta "eternidad" de nuestro recuerdo. Si bien muchos pensamos que nada nos espera cuando dejemos de ser, y poco nos intersa lo que suceda con posterioridad, son muchos otros los que reclaman el respeto al recuerdo de sus antecesores. Al parecer no se ha guardado el debido decoro para con los restos de convecinos nuestros en las obras realizadas en el cementerio local (parroquial). Creemos que los damnificados merecen una reparación, y un trato delicado de sentimientos tan sensibles.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Valla chorrada. Quemaron flores secas. Si tanto les importava que las hubieran ido a quitar despues de secarse.

Anónimo dijo...

Ramon, por ahi no vayas que te puedes quemar. No hay nada de lo que manipuladamente intentas dejar caer. La gente que trabaja en el cementerio y los gestores se dejan el alma en su tarea y tratan a todo el mundo con la mayor dignidad y cariño del que se puede tener. No seas miserable por favor.

Ramón Pacheco dijo...

A los gestores "supercompetentes": hay personas que se sienten indignadas por el trato dado a los restos de sus seres queridos y lo han puesto en conocimiento de las fuerzas políticas. Algunos si que se van a quemar como decidan iniciar otras acciones a las que tienen derecho.