lunes, 2 de julio de 2007

El siniestro más grave del suburbano en España



Cuarenta y tres personas perdieron la vida el 3 de julio de 2006 y 47 sufrieron heridas al volcar un convoy del metro en el oscuro túnel que une las estaciones de Plaza de España y Jesús en Valencia. El maquinista enfiló una peligrosa curva a 80 kilómetros por hora, el doble del límite fijado en una señal. Aún no se sabe por qué. Nada lo paró. La vía carecía de un sistema de seguridad que detuviera la loca carrera hacia el desastre. Se instaló después de la tragedia, demasiado tarde para los viajeros que aquel día, sobre las 13.00, quedaron atrapados en el tren de la muerte.
La unidad del metro descarriló en una curva a 80 kilómetros por hora, el doble de lo permitido. Murieron 43 personas y otras 47 sufrieron heridas.Una baliza de seguridad en el tramo subterráneo del siniestro hubiera podido frenar el tren. Se instaló después. La curva se eliminará con la ampliación de la línea 1.La Generalitat achaca el suceso al exceso de velocidad. No ha admitido errores de mantenimiento o defectos en la línea 1. Nadie ha asumido responsabilidades políticas.El Gobierno valenciano se apresuró a ofrecer indemnización a los afectados y cerró en cinco días la comisión de investigación de las Cortes sin admitir fallos.26 familias están personadas en el sumario del caso, reabierto recientemente. Exigen que se investigue a fondo.Los familiares recordarán a las víctimas el martes, primer aniversario, con una misa y otros actos. El Consell guardará 5 minutos de silencio y el metro parará tres (el país 2-7-7)

2 comentarios:

Anónimo dijo...

El terrible accidente en el metro de Valencia debería haber dejado muchas preguntas sobre la mesa. Una región como Valencia, con su Terra Mítica, Oceanogràfic, Hemisfèric i verbenas festivaleras por la llegada de la Copa America, tan llena de gasto público ostentoso y cargante, tiene un accidente con 43 muertos en una infraestructura como el metro.

A una persona normal, con ganas de hacer las preguntas adecuadas, le debería sonar raro que en un lugar con tanto monumento ocurriera una tragedia de estas proporciones, especialmente cuando políticos locales se han apresurado a decir que las medidas de seguridad eran suficientes. Aún contando que las desgracias pueden ser fortuitas, y que cosas de este estilo pueden suceder por sí sólas, es casi obligado respirar hondo, informarse y documentarse bien, y tratar de ver si ha habido una anomalía estadística atroz o incompetencia.
Vivimos en una sociedad abducida, que no sabe diferenciar la incompetencia de la parafernalia popular. Que podemos hacer o decir, si después del 27M los responsables de tanto dolor reciben el respaldo de los electores por mayoría absoluta. ¿debemos resignarnos ante tanta injusticia? ¿existe alguna medicina para curar a esta nuestra sociedad valenciana?...

Anónimo dijo...

Al oráculo, en la concentración en la plaza de la Virgen esta tarde los familiares han hecho muchas de las preguntas que tu te haces. Una de ellas hacía referencia a los recursos destinados por parte del estado a FGV. apuntaban que podrían estar en alguno de los fastos.
No debemos resignarnos y estoy convencido que más pronto que tarde el sentido común y los valores de izquierda triunfaran.