sábado, 14 de julio de 2007

CALOR, MUCHO CALOR




Como medidas generales, es conveniente estar bien hidratado, teniendo especial cuidado con niños y ancianos, quienes deben beber agua aunque no tengan sensación de sed. Por otra parte, es importante evitar la exposición al sol en las horas de máxima exposición y evitar la realización de ejercicio al aire libre durante las horas centrales del día.

Asimismo, para disminuir los efectos del calor sobre el sueño, es aconsejable establecer un horario regular, incluso los fines de semana, y dormir una media de entre siete y nueve horas diarias en el caso de los adultos. También es recomendable cenar regularmente y de forma ligera, no consumir alcohol, cafeína ni otros excitantes antes de ir a la cama, y huir de interferencias exteriores, como el ruido.

Para mantener frescas las habitaciones, es importante seguir algunas medidas caseras, como tener las ventanas de la casa cerradas durante el día para que no entre calor en los dormitorios, y abrirlas por la noche para que refresque. Si el lugar de residencia es una casa, se recomienda dormir en los pisos inferiores o colocar toldos en las azoteas para evitar el recalentamiento que, durante el día, se produce en los pisos superiores.

La habitación debe mantenerse aireada utilizando incluso un ventilador. Sin embargo, si se supera el umbral de 27 ó 28 grados, se puede recurrir al aire acondicionado, pero siempre a una temperatura no demasiado fría, situando el termostato a una temperatura no inferior a los 23 grados, e incluso mayor en caso de niños y ancianos. Si no se dispone de aparatos de aire acondicionado, se puede recurrir a duchas con agua tibia (no fría) y, en situaciones de calor más intenso, incluso a paños humedecidos.

Primera regla de la extracción de sangre: La vena buena siempre está en el otro brazo.

No hay comentarios: