Sabes Sancho que los gañanes no somos invitados a pitanzas principales. Pero me han dicho que en la última hubieron de proporcionarte mesa especial para tí y tu séquito, por numeroso y cerrado, y que siguiendo tu costumbre llegaste tarde. Ya te lo dije que la puntualidad es virtud principal y engalana a las grandes personalidades. ¡Humildad!, Sancho, humildad que puedes zaherir a los comensales, aun sin tú pretenderlo.
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2 comentarios:
ale aplicate el cuento ramonchu
Es verdad Ramón, la educación es la base de la sociedad, sin ella no hay respeto. Y ésta floti no se respeta ni a si misma.
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