Cuando el bosque ardió en llamas, los animales comenzaron a correr para salvar su pellejo.
Un Picaflor, sin embargo, recogía una y otra vez agua del río para verterla sobre el fuego.
“¿Es que acaso crees que con ese pico pequeño vas a apagar
el incendio?” -le pregunta el León.
“Yo sé que no puedo solo -responde el pajarito-. Pero estoy haciendo mi parte “.
Betinho
1 comentario:
El día que desaparezcan los "Picaflores" el fuego quemara todo lo que se le ponga por delante.
Y la pena es que ese fuego no es el que purifica.
Los Leones serán más Leones.
Un saludo Ramón.
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