Julian Le Grand fue quien desarrolló en 2003 una ingeniosa categorización de los seres humanos en función de si sus motivaciones fundamentales eran la virtud ( caballeros), el interés egoísta ( rufianes) o la respuesta pasiva a las circunstancias del entorno ( títeres).
Basado en esto ha aparecido en la revista JAMA un artículo referido a la clasificación de los pacientes, de tal modo:
Que "los caballeros" utilizan los servicios sanitarios habitualmente de forma sensata, y no abusiva.
Los ¨"rufianes" se dedican al abuso, al despilfarro de los recursos públicos, cuando no a actividades fraudulentas.
Las “marionetas” hacen dócilmente lo que les decimos, sin capacidad o madurez intelectual como para tomar sus propias decisiones
Los políticos consideran a los pacientes "caballeros" a la hora de pedirles el voto, "títeres" cuando ya se lo han dado y "rufianes" a la hora de gestionar sus demandas y legislar medidas disuasoras (copago).
Mi subjetividad y mis años de ejercicio me dice que, como entre los profesionales sanitarios, los rufianes son los menos, que los más son una mayoría silenciosa y educada que asume tus recomendaciones con el justo escepticismo y después de autonegociarlas las comparte contigo para encontrar una solución.
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