Grupo de personas con intereses comunes y que no admiten que nadie los cuestione. Los intereses sólo les atañen a ellos, lo que determina su aislamiento de la mayoría social, que los percibe como algo ajeno al funcionamiento normal de la comunidad.
Pero un partido político que tiene aspiraciones a representar a la mayoría de la sociedad no se puede, ni debe, permitir comportamientos sectarios y aislacionistas. Los partidos políticos están llamados, ahora más que nunca, a escuchar; a escuchar a sus militantes, a escuchar a sus barones, a escuchar a los ciudadanos, a escuchar a los simpatizantes, a escuchar a los adversarios, a escuchar sin dar nada por sabido, sin prejuzgar, sin presuponer, sin prisas...mal vamos si se encierran en su autismo complaciente y acrítico.
1 comentario:
Como siempre Ramón poniendo el dedo en la llaga. No hay mas ciego que el que no quiere ver...y en el país de los ciegos el tuerto es el rey.
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