lunes, 30 de abril de 2012

YO OBJETO

Respetando todos los puntos de vista; nunca me he sentido capacitado para ganar dinero ejerciendo mi profesión, no soy capaz de diagnosticar una enfermedad fatal y cobrarle al final, siempre he considerado que sería mercadear con el sufrimiento de otros. Por eso, me he sentido tan cómodo en este Sistema en el que el pagador es "otro"; te proporciona un salario que te permite vivir dignamente y te proporcionaba todas la herramientas para ejercer con dignidad, "el intermediario esencial".
Este año hace 30 que terminé la carrera; recuerdo cuando Ernest Lluch hizo universal la asistencia sanitaria, recuerdo las voces críticas por aquel entonces de colapso del Sistema y cómo el orgullo impregnó a muchos de los que trabajábamos con el mensaje de solidaridad que la decisión transmitía. Me veo en el Lois de Huelva atendiendo a todo tipo de personas y patologías sin preocuparnos de qué tipo de aseguramiento tenían. Recuerdo el aplauso mundial al Sistema Sanitario español por su eficacia y eficiencia, todos querían ser como nosotros, pero sus lobys privados no se lo permitían y encarecían la asistencia de sus ciudadanos.
Ahora, cuando asistimos al desmantelamiento de la estructura científica y solidaria que más ha hecho por la cohesión social de nuestro país, me encuentro perdido:
No sé cómo decirle a la paralítica cerebral que lleva encamada 50 años que tiene que pagarse la ambulancia que la lleva al hospital para que le cambien la sonda por la que se nutre, o que los batidos que la mantienen debe pagarlos su familia.
O qué hago con el paciente que va en una silla de ruedas por un accidente cerebral y que ya no podrá cambiar de silla si no se la paga.
O qué hago con las viudas que cobran una pensión escasa que no podrán hacerse cargo de la factura de sus medicamentos.
O cómo le digo al despapelao seropositivo que ya no lo puedo atender y que en el hospital no le darán las pastillas que frenan al  virus.
....
En fin, cómo le digo a tantos que tienen que pagar lo que ya pagaron con sus impuestos porque ahora gobiernan los que defienden los intereses de las empresas que siempre quisieron hacer negocio con el sufrimiento de las personas.
Pero me he sentido reconfortado, porque me declaro objetor de este decreto ley que es: xenófobo, inmoral, injusto, y peligroso para la salud pública. Hay una corriente de médicos que promueven la insumisión y la objeción de conciencia para con este decreto. Desde aquí me sumo a ella.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

como colega sanitaria estoy totalmente de acuerdo,deberian de entender esta GENTUZA,que somos muchos,los que hemos estudiado estas profesiones por VOCACION y no por ánimo de lucro y otra cosa VERGÜENZA me daria a mi considerarme "buen cristiano" como dicen ellos y poner estas normas,aunque claro TODOS sabemos que con la CONFESIÓN,porblema solucionado.
Ojala muchos más profesionales sanitarios piensen como tú.

Contra la injusticia dijo...

Querido amigo no he podido impedir emocionarme al leer tu artículo por muchas razones Y entre otras porque sufro sus consecuencias directas en mi propia sangre;no se puede mercadear con el sufrimiento de las personas porque el político de turno decide ahorrar unos euros, la grandeza de un político que crea en el sistema público sería ahorrar reduciendo de otras partidas menos necesarias (defensa por ej). Y aunque no soy médico entiendo tu decisión y la comparto cien por cien.Ramón eres de otra pasta yo diria que eres "Rebelde contra la injusticia por naturaleza";y sabes que en esta como en todas las profesiones hay mucha gente que antepone su beneficio económico a la profesión pero por suerte este no es tu caso y yo estoy orgulloso de tenerte como médico y tambien como un buen amigo.

Puedo imaginar cual será tu dia a dia pasando consulta y mirando a cada instante que farmaco puedes y cual no puedes prescribir aún sabiendo que le va bien al paciente y decirle que el nuevo sistema lo ha eliminado y el paciente insiste en que no entiende nada y tu apartir de ahora tendrás que ejercer también de sociólogo, psicólogo y que se yo.

No es admisible que un sistema sanitario modélico como el nuestro sea arrasado por cuatro descerebrados egoístas que han esperado 30 años para tener la ocasión y eliminarlo de un plumazo. Se ha "construido-generado" una crisis económica para acabar con nuestro Estado del Bienestar y esta crisis terminará cuando ellos los poderosos hayan culminado todos sus propósitos tanto en derechos como en libertades y convirtiendo los servicios públicos en un instrumento privatizador gestionado por unos pocos que cada vez serán mas ricos. Ramón yo también me declaro insumiso de un Decreto Ley que en definitiva MATA...

ISIS dijo...

Desde mi posición de paciente, estoy completamente de acuerdo contigo, es una vergüenza, que mercabilicen la sanidad.
Recuerdo cuando mi madre, viuda y sin seguro, se ponía mala y no podía acudir al médico porque tenía que pagar, y cuando yo tuve a mi hija mayor, tuve que pagar una factura de casi cuatro mil pesetas, por dar a luz en el Hospital y tres días de cama, estoy hablando de 1976, y en aquel momento si había trabajo, aunque casi nadie te aseguraba.
En estos momentos donde no hay trabajo, donde cualquier trabajador puede ir a la calle en cualquier momento, donde los emigrantes son un colectivo, de riesgo por no estar casi ninguno asegurado o no tener papeles, donde los enfermos crónicos son de enfermedades en las que las medicinas no son precisamente baratas, y donde las pensiones son tercermundistas, el que desmantelen la Seguridad Social va a crear un conflicto social en el que las personas van a ser de 1ª y de 2ª, y donde la picaresca española va a florecer, por más que se quiera evitar, y volverá el mercado negro.
Y si encima se tiene que pagar al médico, no solo los emigrantes, sino también las personas que no les quede nada...
A un Partido que no sea el PP que está apoyado por la patronal, no se le hubiese permitido, y estaríamos "todos" en la calle, pero no sólo un día, o un día al mes.
¿Hasta cuando vamos a estar aletargados viéndolas venir?

Cuando no hay nada que perder, la gente no se puede estar quieta, y esto puede convertirse, no solo en un problema social, vamos a que el problema sea policial, y de ahí a las revueltas callejeras y ... solo hay un paso.
No quiero una Revolución, sin embargo da la sensación, de que va a ser lo único que nos quede... el miedo a que te tiren del trabajo, a no tener nada que poner en la mesa, a que te tiren de casa, y a no
poderte poner enfermo, porque tienes que pagar médico y medicinas...

En estos momentos no estoy gris mi color es negro, y mi bandera Republicana.
Me parece que me he estendido más de la cuenta así que hasta luego.

Un abrazo.

Pd. Me alegro que sigas siendo el de siempre y te hagas objetor de conciencia en este tema.

Encarna Redón dijo...

Quiero agradecerte la sensibilidad que demuestras. El que te pongas al lado de los que más lo necesitan. Y sobre todo agradecerte la valentía que demuestras con la actitud que describes.
Siempre seré tu admiradora y amiga. Un saludo

Ramón Pacheco dijo...

Queridos compañeros/as; estoy seguro que somos muchos los que nos oponemos a estas injusticias y que con nosotros no podrán con ese miedo que pretenden meternos en el cuerpo para ganar nuestra docilidad.
No nos vamos a resignar y cada uno desde su posición luchará para recuperar los valores que pretenden arrebatarnos.
Un abrazo y feliz día.

PACO CUADRADO dijo...

Alguien se extrañaba por que publicaba en mi face que habia asistido a las manifestaciones en apoyo a los enseñantes y los profesionales de la medicina.
Y yo le contesté muy sencillo en estas y en todas que se hagan estaré apoyando una causa justa.
Ramón es gratificante leerte en los terminos solidarios que lo haces.
Me siento orgulloso de tenerte como medico y amigo.
Gracias.

Rafa Hernández dijo...

Enhorabuena Ramón y sigue así amigo. Si todos los profesionales de la Sanidad fueran como tú, yo creo que hasta enfermábamos menos.

Un abrazo.

Anónimo dijo...

Ramón, ¡qué gratificante es toparse con personas como tú!
Comparto tus convicciones.
Me ha emocionado tu post.
Me permito copiarlo para amigos que no entran en la blogosfera.

Un abrazo