GRACIAS PEP

Gracias Pep, nos has demostrado cómo se gana y cómo se pierde en un deporte tan pasional como el fútbol.

Si en la vida lo importante es la salud, el tiempo y las emociones; tú nos has dado el mejor tiempo posible de ser vivido, plagado de las más sublimes emociones, a aquellos que amamos este deporte. Pero más allá de la estética y de la épica nos has transmitido una nueva ética, una forma de comportamiento, una forma de estar en la vida que la hace más digna, más cívica, más auténtica, que merece más la pena.

Ya sé que sólo es un juego, "otro opio del pueblo", (y con la que está cayendo) pero algunos pensamos también que el fútbol es la vida, y algunos ejemplo como el que tú has dado justifican mucho del tiempo que nos ha tocado vivir.

Hoy, más que nunca, eres el referente de una afición, de una forma de entender este juego, de una forma de vivir, una forma de aceptar el error desde la humildad.

Pep no te vayas, sigue iluminando nuestro camino.