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2 comentarios:
Es que es así, hay que vivir cada momento porque no sabes cuando será el último. A mí me gusta ir por ahí y ver muchas cosas, porque ya he recorrido mucho de España, y cuando me marcho como que sientes un poco de tristeza, porque digo: joder seguro que aquí ya ni vuelvo ni lo veo más. Hasta mirar unas de las pocas garroferas que van quedando por aquí es interesante, ya que cualquier día es bueno para que ya no la veas más.
Un abrazo Ramón.
Esta semana pasamos un buen rato los amigos bajo una garrofera, es un árbol que se presta mucho a acoger reuniones de hermandad.
Pues derivó la conversación en criticar el mal aspecto que tenía, que si estaba enferma, que si daba poca sombra...Les insistí en que nos estaba escuchando y que las garroferas son muy sensibles. Pues cuando nos fuimos la encontré más triste que al llegar.
Compañero, nos quedan muchas cosas por ver (algunas prodigiosas)y muchas batallas que luchar.
Un abrazo
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