La genética desde luego es muy importante en la vida de una persona. En muchos casos si los abuelos y los padres han tenido una vida longeva, los hijos también se hacen bastante viejos. Pero yo siempre he pensado, que cada uno ya tenemos marcado nuestro destino final desde el minuto uno que nacemos. Los hay que tienen percances muy gordos, salen ilesos y duran más que un martillo enterrado en paja. Y otros a la primera de cambio, se resbalan en la bañera de su casa, y se abren el cráneo.
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La genética desde luego es muy importante en la vida de una persona. En muchos casos si los abuelos y los padres han tenido una vida longeva, los hijos también se hacen bastante viejos. Pero yo siempre he pensado, que cada uno ya tenemos marcado nuestro destino final desde el minuto uno que nacemos. Los hay que tienen percances muy gordos, salen ilesos y duran más que un martillo enterrado en paja. Y otros a la primera de cambio, se resbalan en la bañera de su casa, y se abren el cráneo.
Abrazo Ramón.
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