Muchas veces me acuerdo que siendo un chaval mi padre me dijo, que a partir de los veinticinco años la vida se me pasaría muy deprisa, y cuanta razón tenía. Durante la infancia y la adolescencia, hay etapas, que la vida se te hace hasta larga. En cambio una vez que enfilas los veintitantos, a la que te quieres dar cuenta ya eres medio carcamal, y el que no llega a contarlo mal asunto.
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Muchas veces me acuerdo que siendo un chaval mi padre me dijo, que a partir de los veinticinco años la vida se me pasaría muy deprisa, y cuanta razón tenía. Durante la infancia y la adolescencia, hay etapas, que la vida se te hace hasta larga. En cambio una vez que enfilas los veintitantos, a la que te quieres dar cuenta ya eres medio carcamal, y el que no llega a contarlo mal asunto.
Abrazo Ramón.
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