—Sábete, Sancho, que no es un hombre más que otro, si no hace más que otro. Todas estas borrascas que nos suceden son señales de que presto ha de serenar el tiempo y han de sucedernos bien las cosas, porque no es posible que el mal ni el bien sean durables, y de aquí se sigue que, habiendo durado mucho el mal, el bien está ya cerca. Así que no debes congojarte por las desgracias que a mí me suceden, pues a ti no te cabe parte dellas.
2 comentarios:
Poco a poco esta ruinera parece que vaya perdiendo fuerza. Si la cosa no se tuerce, esta semana que viene podremos salir un rato a estirar las patas.
Abrazo Ramón.
Ya se ve el paseo al final del tunel. Con cuidadín.
Un abrazo Rafa
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