lunes, 14 de mayo de 2018

GERVASIA

Gervasia comprobó que su matrimonio estaba orientado a la sedación de su líbido. A su ascética contemplación de la vida como manda la Santa Madre.

2 comentarios:

Rafa Hernández dijo...

La Santa Madre lo que debe de hacer es dejar en paz a la pobre Gervasia, que se suelte el pelo y ale: al "libre albedrío". Que confiesen ellos su pecados, y para ello como penitencia deberían flagelarse hasta que la sangre les llegase a las uñas de lo pies, y pedir perdón a media humanidad por las aberraciones y atrocidades que han cometido a través de los siglos.

Abrazo Ramón.

Ramón Pacheco dijo...

La puta de Babilonia.
Un abrazo Rafa