miércoles, 26 de abril de 2017

EL POLLO

Tenía el pollo una afición desmedida a los efectos medicinales del whisky, un paternal amor a las pollitas en flor y una querencia desmedida al complicado juego del poker y el bacarrá. Sus aficiones acabaron él...pero con una sonrisa en la cara.

2 comentarios:

Rafa Hernández dijo...

Vamos y allá películas. Que le quiten lo bailao. Me has recordado con lo de la sonrisa en la cara a "Harry el Sucio", jajaja.

Abrazo Ramón.

Ramón Pacheco dijo...

Al final nuestra afición al vivir acabará con todos nosotros.
Un abrazo.