lunes, 23 de junio de 2014

RECETAS

Una receta extendida sin algo de cariño no cura nada, por potente que sea su principio activo.

2 comentarios:

Rafa Hernández dijo...

Lo mejor Ramón es que esa receta sea de cocina. Las vuestras me gustan menos, porque si es médica aunque se redacte con cariño, es que uno anda jodido. Me gustaban más las recetas antiguas, esas que hacíais a mano, aquellas estaban hechas con más cariño, aunque la letra de muchos médicos no la entendía ni dios, y el propio farmacéutico te preguntaba: ¿son supositorios o grajeas? porque claro como no estaba claro no sabías por donde te tenías que meter lo que el galeno te había recetado.

Abrazo Ramón.

Ramón Pacheco dijo...

No la entendían ni ellos, la letra. Siempre pensé que era un mecanismo de defensa, en aquellas recetas solo ponía lo que el santo albedrío del médico quisiera. Así que lo de "meter" quedaba al albedrío del paciente, para gustos...
Un abrazo