lunes, 15 de julio de 2013

INMUNES A LA VIDA

Algunos pasan por la vida, pero la vida no pasa por ellos, cuando empiezas a trabajar en esto de la medicina eres joven y crees que todo tiene solución, porque el cuerpo de que disfrutas está nuevo y la vida no ha hecho más que empezar, lo mides todo desde una perspectiva "mal imformada".
El paso del tiempo, el deterioro inevitable de tu organismo, el gran número de agonías prolongadas y gratuitas que has padecido en tus carnes y que terminaban afectando a personas queridas, que no sólo eran pacientes. Las numerosas familias rotas por enfermedades terminales prolongadas. Aunque aquellos que son inmunes a la vida no lo crean, lo único que aprendes (y algunos ni eso), es a consolar y a acompañar.
Aunque no nos guste, la vida es finita y el tránsito hacía ninguna parte sólo depende de nosotros; los humanos… humanos.

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