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Una de las muchas cosas que aprendes cuando llevas 30 años ejerciendo la medicina es a diferenciar lo grave de lo banal. Una cosa tan simple supone algo esencial en el ejercicio y no lo encontramos en ningún texto. Aquello que no te gusta, que no te acaba de convencer y que dispara todas tus alarmas, solo se obtiene viendo muchos pacientes.
Lo mismo ocurre en política; cuando una cosa no funciona, no funciona, por mucha buena voluntad que se ponga, por mucho empeño, por mucha vocación, por mucha preparación, por muchas encuestas, si no chuta, no chuta. Y te puedes pasar decenios preguntando ¿por qué?.
1 comentario:
Por algo siempre se ha dicho que la experiencia es un grado. Aunque también es verdad que algunos trabajando en lo mismo toda su vida siguen cometiendo los mismos errores. Y políticos los hay tan borricos, que ni viviendo dos vidas enmendaban la plana.
Cuídate Ramón.
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