Es una de las cosas que más temo, cuando el paciente aprovecha para decirme al acabar su consulta; "pos ya que estoy aquí, ¿ podría decirme el resultado de los análisis de la cuñada de mi prima que está trabajando y no puede venir...?". El "pos ya" supone demandas peregrinas y habitualmente variadas, con amplia gama de transcendencia; desde un dolor precordial que impresiona de grave, hasta medicación para alguna afección de la mascota. Las más de las veces esta demanda improcedente termina en una prescripción inadecuada de algún medicamento "en busca de enfermedad". Ahora, los recortes han terminado con ellos y nos han liberado de de la iatrogenía que condicionaban prolongando necesariamente el final de la consulta del "pos ya".
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