jueves, 7 de junio de 2012

MI PELOTA

Cada uno va a lo suyo; la crisis se llevó los referentes, los valores; la palabra dada ya no vale nada, la honestidad no cuenta. Todo se transformó en un juego de pícaros y mentiras. La crisis económica escenifica la superficialidad y el desarraigo de una sociedad sin rumbo. No encontramos ejemplos a seguir, aglutinadores de esperanzas, algunos utilizan la necesidad como escalera en la que ni se sube ni se baja, se permanece mientras dure.
Pobre juguete roto de niño tonto, un día se rendirán cuentas de tanto capricho, de tanta estupidez, de tanta incapacidad, de tanta nada fantasmagórica. Pobre crisis, no significaste una oportunidad de mejora.

Pd. Es cierto, lo escuché el domingo: si yo te doy un euro y tu me das un euro ambos seguimos teniendo un euro cada uno. Si yo te doy una idea y tu me das una idea ambos tenemos dos ideas.

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