Cuando las cosas salen mal la culpa siempre es de los otros. Eso nos perpetua en el autoengaño de nuestras destrezas.
martes, 19 de noviembre de 2019
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2 comentarios:
Cierto, rara vez cuando uno mete la pata lo reconoce. Como otras personas de una u otra forma hayan estado involucrados en el asunto que sea, cargamos las tintas sobre los demás, y casi siempre suele suceder sobre la persona que menos culpa ha tenido. Esto en los trabajos pasa con frecuencia. Y también ocurre que cuando son varios los culpables, unos a otros se pasan la pelota, y al final resulta que la culpa no la ha tenido nadie.
Abrazo Ramón.
El antídoto consiste en asumir responsabilidades sin miedo y aprender para la otra.
Un abrazo Rafa
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