Leopoldo Arjona había escrito cartas de amor, las había desperdigado a lo largo de su existencia entre sus amores, ahora, llegada la edad tardía, quería recuperar alguna para tener pistas de cómo fue. Pero ninguna de sus amadas consintió, no quisieron renunciar a las pistas que tenían de él.
viernes, 21 de noviembre de 2014
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
-
Hace unos meses se divulgó adecuada e interesadamente un pequeño altercado de tráfico sufrido por un exconcejal. Inocente de mí recriminé a ...
-
Ante el interés demostrado por la audiencia, en el caso de la concesión, o mejor, no concesión de medallas, les vamos a contar lo que de ver...
-
A razón de comentarios que hablaban de algún retraso en el pago de una deuda del candidato socialista, nos permitimos publicar sentencia de ...
No hay comentarios:
Publicar un comentario