No me gusta nada el editorial que firma Jéssica Medina en el nou torrentí esta quincena y no es porque sea progre, no, es porque soy inmigrate, más del 50% de la población de Torrent es inmigrante, unos tenemos la piel más clara otros más oscura, unos votamos al PSOE otros al PP, unos van a las iglesias católicas otros a las islámicas. En el fondo querida Jéssica todos somos inmigrantes, no sabemos de dónde venimos ni a dónde vamos y mientras que estemos, como mínimo, nos debemos hospitalidad.
El lamentable suceso de San Valeriano es un crimen gratuito cometido por un delincuente, debemos consolar y acompañar a la familia del asesinado y castigar al asesino, el color de su piel, su lengua, su credo o el lugar donde naciera no van a mitigar el dolor de la familia ni a aumentar el castigo que reciba.
Todo lo que escribes puede "regalar" el oido a muchos, y más en estos tiempos de crisis, pero te garantizo que no aporta nada a la convivencia.
En el siglo X Córdoba tenía dos millones de habitantes en ella convivían judios, árabes y cristianos, allí estaban los mejores escritores, médicos y sabios de la época, algunos pensaban que el paraiso, si existió, debió estar por allí. Yo siempre pensé que Torrent era la Córdoba valenciana por el calor que sus gentes siempre me otorgaron.